Placeres naturales
Alojarse en Le Barn, en el corazón del bosque de Rambouillet, es multiplicar las posibilidades de actividades al aire libre.
Jinetes, ciclistas, deportistas de domingo, amantes del yoga, corredores y excursionistas encontrarán todas las posibilidades para escaparse. Cada uno por su cuenta, al interior o al exterior del recinto. Estructuras y recorridos de salud han sido especialmente creados para todos. París está a solo 45 km pero nunca ha parecido estar tan lejos…
El paraíso de los caballos
En Le Barn, en cada lugar que se dirija la mirada, se ven los caballos. Paraíso de los jinetes aficionados o confirmados, el bosque de Rambouillet parece haber sido creado para recorrerlo a caballo.
Adosado al Haras de la Cense, prominente lugar de la etología, Le Barn disponible de caballos propios y ofrece a sus clientes la posibilidad de paseos solitarios o en grupo, como también iniciaciones a esta ciencia que se ata a entender el caballo sin jamás obligarlo.
Neófito o experto, sólo, en pareja, en familia o entre amigos, hay una “experiencia caballo” diseñada especialmente para usted, combinando relajación y sensaciones.
El equipo la Cense enseña a los niños como adultos nuestro enfoque del caballo, respetando su bienestar.
Descubra todas nuestras ofertas de paseos y actividades en la web de la Cense.
Detrás del bosque, los greens
A menos de 2 km del Barn, se encuentra otro mundo, el de los aficionados de fairways, de rough, de bunkers y de greens.
El Golf del Castillo de Rochefort extiende su recorrido boscoso sobre 5.627 metros, 18 agujeros que evocan los terrenos de golf de Escocia.
Diseñado por el inglés Fred Hawtree, permanece abierto todo el año. Entre dos estancias, tiene la posibilidad de dejar sus palos de golf en nuestro vestuario.
Caminar por las rutas de senderismo
En Le Barn, el primer paso fuera de la habitación ya es sinónimo de evasión. Estremecimiento de las hojas de roble, perfumes de setas, siluetas de corzos: el bosque es un mundo encantador. Si las posibilidades de paseos son múltiples dentro del dominio, los alrededores ofrecen innumerables rutas de senderismo, cortas y largas.
Conocida por hacer la vuelta de la región Ile-de-France, la GR1® pasa entre el bosque de Rambouillet y la Vallée de Chevreuse. Otra alternativa, la GR655®, la larga ruta que lleva a Santiago de Compostela pasa por la comuna de Bonnelles.
Para todas las bicicletas…
Le Barn ama tanto la bicicleta que organiza un punto de partida para grupos cada viernes por la tarde desde la Porte Maillot. Aficionados de pista o de senderos fangosos, de slalom en el bosque o de carreteras asfaltadas, los ciclistas llegan al paraíso al borde de la vallée de Chevreuse.
La comuna de Bonnelles está cruzada por la pista ciclista llevando desde Notre-Dame de París hasta el Mont Saint-Michel (la Véloscénie). Entre dos estancias, tiene la posibilidad de dejar su bicicleta en nuestro vestuario.
En carrera
Le Barn da acceso a tres circuitos de carreras marcados en los alrededores del hotel. Bucles de cinco, diez y quince kilómetros para un jogging matinal o ganas de correr sin contar.
El bosque y sus alrededores también ofrecen muchas posibilidades incluyendo un notable trail de 17 km sobre la ruta de los Cuatros Castillos.
Pero no duden en perderse y en descubrir otros caminos…
Placeres de exterior
Le Barn es en primer lugar naturaleza. Las praderas amplias, el bosque y el río son áreas de recreación organizadas o improvisadas para pasear, pescar y jugar.
Le Barn pone a su disposición pelotas de petanca, raquetas de bádminton, balón de fútbol, frisbee, mazos de croquet o bolos de mölkky como también muchos accesorios y juegos de exterior. Bastones y cebos son ofrecidos a los aficionados de pesca con la sola condición de devolver los peces en el agua.
Placeres de interior
Nada mejor después de un largo paseo a caballo o después de una carrera en el bosque que mirar una buena película.
Le Barn dispone de una pequeña sala de proyección para ver en familia los grandes clásicos del cine francés o internacional (colecciones Louis de Funès, Charlie Chaplin, James Bond, comedias musicales, etc.).
Al lado de la estufa central, se puede leer uno de los numerosos libros de la biblioteca de la casa mientras los niños descubren la maleta de disfraces…
Placeres inesperados
Observar los ciervos en la bruma matinal, recolectar setas, disfrutar de un almuerzo en una mesa de picnic, leer escondido en una cabaña, dormirse en una hamaca tendida entre dos abedules, nuestras actividades insólitas se adaptan a sus deseos y a las estaciones.